Bases y directrices del proyecto

Es importante saber desde dónde y cómo se hacen las cosas. En el proyecto Euskara Kirolkide investigación e intervención han confluido y, desde el principio, se ha prestado atención a la forma de orientar ambas líneas de trabajo.

En opinión de J.-K. Gibson-Graham (2008, 618), si queremos impulsar transformaciones sociales, debemos cambiar como investigadoras/es y académicas/os y, entre otras cosas, debemos generar nuevas relaciones con la teoría.

Por ello, la investigación y el diseño de la intervención se han realizado de forma conjunta, buscando conexión y coherencia entre ambas tareas. BEn este camino, hemos tomado como modelo varias experiencias. Entre ellas, destacamos una relacionada con el tema de la movi-lidad y dirigida por antropólogas/os sociales de la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona); y otra desarrollada en torno al uso de la energía, e impulsada por un grupo de antropólogas/os, diseñadoras/es e ingenieras/.

En ambos casos, la forma de trabajar y presentar los proyectos nos ha parecido ejemplar, y hemos tratado de incorporar y aplicar ese modo de proceder, teniendo en cuenta siempre nuestro contexto, objetivos y recursos.

Partiendo de dichos modelos, hemos establecido tres premisas o directrices.

Conocimiento itinerante

Para dar respuesta a los cambios ocurridos en el mundo y en la sociedad vasca, consideramos necesario construir un pensamiento en movimiento (ambulatory knowing) que como explica Tim Ingold-, perciba con mayor facilidad las huellas o rastros que deja el contexto, y adquiriera un conocimiento más profundo (Ingold 2010, 134):

«la diferencia no estriba en lo mucho que se sabe, sino en lo bien que se sabe».

En nuestra opinión, debemos tener en cuenta que las teorías o saberes que generamos están totalmente condicionadas por el camino que hemos recorrido para llegar hasta ahí. Eso es lo que les da sentido y carácter: saber y pensar en movimiento, siendo esta también una decisión consciente. Queremos vernos como investigadoras/es itinerantes, desde el punto de vista teórico, conceptual, metodológico y emocional. El conocimiento es -como indica Tim Ingold (ibidem)- movimiento.

En este sentido, consideramos que la flexibilidad y la creatividad son claves; es decir, que se debe actuar en función del momento y la situación. Asimismo, consideramos imprescindible adaptar los intereses de las personas investigadoras tanto a los equipos como a quienes son sujetos de investigación: ser parte del contexto y compartir el proceso y el producto serían dos de los pilares del proyecto Euskara Kirolkide.

Etnografía sensorial

Conectar con las y los protagonistas, y estar cerca de la realidad Esa ha sido la vocación de Euskara Kirolkide desde el principio. Hemos querido vivir las vicisitudes de una temporada, los partidos del fin de semana o los entrenamientos habituales. Para ello, nos hemos basado en la etnografía sensorial (Pink et al., 2019), en la que las técnicas clásicas (observación y diálogo) conviven herramientas de trabajo contemporáneas. El objetivo ha sido poner el foco en los sentidos, poner en contexto a las personas investigadoras, relacionarse con dicho contexto y, desde ahí, construir el conocimiento (Estalella 2020).

Además, hemos querido registrar y mostrar la información obte-nida de forma inusual en nuestro entorno. Para ello, hemos optado por utilizar medios audiovisuales, y hemos creado esta web. Con ello, además de difundir las conclusiones del proyecto de un modo distinto, hemos querido probar una práctica de investigación más dinámica y cercana a los agentes (deportivos). La web permite utilizar diferentes recursos para mostrar los resultados de una manera completa y accesible. Hemos querido compartir la información obtenida a través de la etnografía, con la intención de que las personas que consulten la web también formen parte de ese conocimiento.

Conocimiento transformador

Toda investigación es, en esencia, de carácter social (Bucholtz et al. 2016, 27). Inevitablemente, es subjetiva, versátil y flexible, y vive atrapada en una madeja de relaciones de naturaleza diversa. Teniendo todo esto en cuenta, nos parece importante reflexionar sobre nuestra actitud cómo personas investigadoras y agentes, y tomar decisiones al respecto.

En este caso, la investigación-acción tiene como inspiración la sociolingüística crítica, y su objetivo es la obtención de un conocimiento transformador: pretende incidir en el contexto (aunque sea a nivel reflexivo) e impulsar el cambio. Se busca promover un conocimiento que incida tanto en el propio conocimiento como en las personas investigadoras. De cara a llevar adelante este planteamiento, nos han sido de gran ayuda las preguntas planteadas por J.-K. Gibson-Graham en su propuesta de ontología performativa (2008, 615):

«¿Cómo puede incidir nuestro trabajo en la promoción de nuevas opor-tunidades? ¿Qué tipo de mundo queremos construir? ¿Cuál podría ser el efecto de teorizar de una manera o de otra?»

Lo que hacemos y construimos como personas investigadoras no es un mundo aparte, sino parte de este mundo. Consideramos imprescindible tener presente este hecho.